Pascua… Pésaj… Paso… Cambio… Vida… Libertad… Resurrección…
Cada año las Grandes Religiones rememoran y celebran los acontecimientos históricos, culturales y religiosos que dan origen a estas Fiestas: El pueblo de Israel huyendo de la esclavitud de los Egipcios, escapando a través del Mar Rojo hacia la Tierra Prometida por Jehová; La Pasión y la Entrega de Cristo –Hijo de Dios- en su Muerte y Resurrección para hacer posible nuestra Salvación…
Cada año nos reunimos en familia para celebrar la Pascua, nos regalamos huevos de chocolate –sin recordar tal vez que representa al duro corazón del Rey de los Egipcios que mantenía a los hebreos como esclavos- y nos mandamos cientos de saludos por MSN, mail, Tarjetas Electrónicas, Facebook; con nuestros deseos de felicidad a familiares y amigos.
Feliz Pascua!
Te deseo que este Paso te haga feliz.
Te deseo que este Cambio que hoy inicias te lleve por el camino de la Felicidad.
¿Qué Paso? ¿Qué Cambio? Aquel que hayas decidido realizar a partir de hoy para alcanzar tu destino: el ser Feliz.
Claro que, en la vorágine del día a día, resulta difícil parar a pensar en estas cosas. Por eso en estos días de la Pésaj, de la Pascua, hay una cantidad de días de feriados, asuetos y celebraciones. Para ayudarnos a pensar. Para ayudarnos a reencontrarnos con nosotros mismos. Para redescubrir cuál es el camino que nos libere de la “esclavitud” y nos lleve hacia la “resurrección”.
Camino que nos libere de nuestra propia muerte representada día a día en la mediocridad, en el conformismo, en el “es lo que hay”.
Decidirse al cambio es ni más ni menos que “jugarse la vida” por uno mismo y por los demás.
Animarse a recorrer el camino de la vida y de la felicidad también es difícil. Romper las ataduras a tan sólo lo material, lo acostumbrado, lo socialmente aceptado en nuestro medio, lo que “queda bien”… “lo que tengo que hacer”…
La vida es una. Tan sólo una. No nos llevamos nada de acá. Sólo lo vivido. Sólo los momentos en los cuales logramos ser felices y darle felicidad a los demás. ¿Cómo nos recordarán nuestros hijos, nuestros amigos, nuestros seres amados cuando ya no estemos? Seguramente a través de aquellos momentos en los cuales fuimos felices y supimos darles felicidad.
Por eso digo, pienso, creo… el día de Pascua puede ser cualquier día en el que te decidas al cambio. En el que decidas pasar de la muerte a la vida, de la esclavitud a la libertad.
Todos morimos y renacemos cada día. Todos somos esclavos de nuestras miserias personales. Todos tenemos nuestras tristezas y nuestras frustraciones que nos tiran para abajo y no nos dejan SER.
La Pascua no es ni más ni menos que una metáfora acerca de la vida y la muerte. Acerca de las cosas que somos o no capaces de hacer para vivir y ser felices. Una invitación a recorrer un camino, difícil, complicado, lleno de vacilaciones; pero maravilloso.
Cada uno de nosotros lleva en si mismo la semilla de la felicidad. Sólo hay que decidirse y aprender a trabajarla para que crezca.
El año pasado se estrenó un musical llamado “30 días”, en el cuál Pepe Cibrián pone en el escenario la historia de dos amigos. Una, Juana, que decide suicidarse. Otro, Manu, que acaba de enterarse que le quedan 30 días de vida.
A partir de allí transcurren los mágicos 30 días de risa y de emoción. Porque la obra es una metáfora, un canto a la vida y a lo que podemos hacer con ella.
Les dejo un pedacito de la letra de la canción que canta Manu cuando le explica a su amiga Juana que se va a morir:
¿Cuántas caricias más podré yo disfrutar?
¿Cuántas más fotos por sacar?
¿Cuánto aún por leer?
¿Cuánto por recorrer?
¿Cuántos encuentros por tener?
Son treinta días, exactamente setecientas
y veinte horas y minutos trece mil,
y en segundos, treinta días, dos millones
y además seiscientos mil.
Y yo deduje así que millonario soy.
¡Tantos segundos por vivir!
Más tan distinto no es el vivir ciento diez,
LA VIDA PASA Y NO LA VES...
Les dejo también un par de links para que lean y escuche algo más de 30 días…
Argumento de “30 días”
La canción “30 días”
Te deseo hoy y cada uno de los días del año ¡Jag Sameaj! ¡Feliz Pascua! Happy Easter!
( A. M. - no me deja poner su nombre...)
Sólo les cuento que, entre otras cosas, es un escritor, músico, docente, humanista...y un entrañabale amigo de Buenos Aires, Argentina )
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