jueves, 24 de diciembre de 2009

Feliz Navidad 2009


Que la Alegría de esta Noche Santa
anide en el corazón de nuestras comunidades y familias
y sea para el mundo
signo claro de la Presencia del “ Dios con nosotros “
Un fuerte abrazo y nuestro cariño fraterno

LA COMISIÓN INTERNACIONAL DE DIVULGACIÓN

sábado, 12 de diciembre de 2009

Recursos PASTORAL VOCACIONAL




Compartimos con los lectores del blog
una dirección interesante,
la página de la
y unos cuantos videos de los que circulan
por la red, que pueden dar mucho juego
al hablar de la vocación a los jóvenes.
Esperamos que os resulte de utilidad.



VIDEO VOCACIONAL PARA TELEMADRID

Si haces clic AQUÍ
podrás acceder a un VIDEO VOCACIONAL
que TELEMADRID emitió hace unos meses,
en el que varios jóvenes cuentan el proceso
de su VOCACIÓN AL SACERDOCIO
o a la VIDA CONSAGRADA.

VOCACION...PARA TODOS

SI HOY ESCUCHAS SU VOZ....

JESÚS, ESTOY AQUÍ

¿Es TAN difícil?

martes, 17 de noviembre de 2009

VIGILIA DE LA INMACULADA






Como todos los años,
Madrid se prepara para este acontecimiento
que reúne a los jóvenes en torno a la presencia de María.


Os pasamos la web oficial y, a lo largo de estos días,
iremos subiendo recursos marianos para los colegios.


Saludos y buena semana




CLIC PARA ACCEDER A LA
WEB DE VIGILIA DE LA INMACULADA 2009

lunes, 16 de noviembre de 2009

16 de noviembre: DIA DE LA TOLERANCIA

Sigamos construyendo..." UN RESPETO MAYOR "
y, con palabras del Papa Bueno...Busquemos lo que nos une
y olvidemos lo que nos separa...

FELIZ DÍA DE LA TOLERANCIA PARA TODOS...




domingo, 15 de noviembre de 2009

VI SEMANA DEL CINE ESPIRITUAL



Queremos compartir con todos
este excelente recurso con múlltiples aplicaciones
y zona de descarga para profesores, educadores, catequistas.

Ya nos contarás a ver qué te ha parecido.
¡ AH ! por cierto, ¿ te has fijado que una de las películas
que aparecen en el listado
es la que vimos con motivo de la Semana de Madre Úrsula ?
Y pensar que algunos la cuestionaron
diciendo ...." Qué tendrá que ver con Madre Úrsula "
Pues nada, en el enlace veréis más "enjundia y manteca"
audiovisual para compartir con los chicos.

Para acceder haz clic aquí

sábado, 14 de noviembre de 2009

Contenedor de ideas


" Sólo los peces muertos nadan a favor de la corriente..." ( SIRO LÓPEZ )

Compartimos con los lectores del blog una interesante reseña sobre el salesiano SIRO LÓPEZ (En su salsa,  foto de la derecha) aparecida en Vida Nueva, noviembre de 2009. Sin duda, para todos los que trabajáis en el ámbito de la pastoral juvenil, será una interesante página de recursos y reflexión.

De ella os sugerimos especialmente el artículo sobre contrapublicidad ( Para leerlo, clic AQUI )

Que disfrutéis....


CONTENEDOR DE SILENCIOS....

"Si hablamos de una persona que conjuga la pintura, la fotografía, el diseño gráfico, la mímica, la danza, el teatro...y, además, sabe de teología, estamos hablando de SIRO LÓPEZ . Reconocido profesionalmente más allá del ámbito de la pastoral salesiana, este artista polifacético es un comunicador en busca de odres nuevos para obtener el mensaje liberador y profético del Evangelio, un explorador de expresiones artísticas que comulguen con una fe encarnada, sincrónica, a pie de calle. Un grafitero de los valores del Reino. Un clown de Dios. Pero su mejor carta de presentación es hoy su cuidada y elegante web ( http://www.sirolopez.com/) que se erige en un potente muestrario de propuestas creativas, un auténtico hervidero de ideas, tan frescas como provocativas y sugerentes. En ella podemos descubrir ordenadamente su heterogéneo collage de trabajos de campo de la imagen a través de la fotografía, la pintua, el diseño gráfico; los videos de sus actuaciones como mimo; los microsites de sus exposiciones y sus publicaciones, así como PDFs de sus artículos y reflexiones.
Los que gusten de su original quehacer pueden seguir sus andanzas cotidianas en su blog-Galeria de arte (http://blogs.periodistadigital.com/sirolopez.php).

Y es que, bien dijo PEDRO CASALDÁLIGA de él, Siro " es un evangelista relativamente loco, en el más bello sentido de estas tres palabras..."

X. Pedroso para Vida Nueva - Núm. 2683 , Pag. 49

Pero...¿qué es la VOCACIÓN RELIGIOSA ?

Cuando estrenamos el BLOG VOCACIONAL
muchos nos dijeron...
"sí, sí, todo muy bien, la música, los escritos
y hasta cierto aire "normal"
hace que vuestro mensaje sea creíble.
Con todo, ¿de qué habláis exactamente
cuando habláis de vocación?
Porque vocaciones en la Iglesia hay muchas
y tan variopintas como carismas...
¿ Existe algo común a todas las vocaciones ?...
¿Por qué no lo transmitís?"

Bueno, la verdad es que no somos teólogos
para responder a semejantes cuestiones
con la profundidad y altura que merecen.
Sin embargo, como "bloggeros"
e incansables buscadores de recursos,
podemos responder con esta peli...
Seguro que alguna idea
puede aliviar tanta inquietud.
¡Buena jornada!



miércoles, 4 de noviembre de 2009

Diez ideas para ubicarse en la vida

Opinión
Diez ideas para ubicarse en la vida
Por Alejandro Rozitchner
Especial para lanacion.com





Las miradas sociales pueden resultar reveladoras pero son también extremadamente limitadas a la hora de comprender lo fundamental del mundo humano. La vida se vive desde adentro, es siempre la aventura de alguien, y solemos descuidar esa perspectiva con frecuencia. Para pensar la historia es necesario tener la mirada amplia. Pero para hacer la vida propia -y para hacer bien la historia-, es necesario aplicar una mirada más concreta y realista, individual. Esto es necesario incluso para que la historia, que alguna vez será narrada, tenga algo evolutivo que contar.

La hipótesis: si las personas fueran más sabias y plenas también serían más útiles en la producción de felicidad colectiva. La plenitud del individuo genera belleza social. Y más riqueza. Y más bienestar general. El resentimiento y la ideología (plagada de ignorancias) reproducen la amargura social. ¿Acaso todavía no quedó claro?

No nos equivoquemos, buscar el bienestar personal no es un camino para hacerle bien al país. Uno, la persona, el individuo, no es un medio. El intento es el de demostrar precisamente que considerarse un medio no tiene sentido, que es improductivo, que produce desastres. La mayor apuesta es la felicidad personal, y la consecuente sensualidad social de desarrollo y creatividad.

A continuación una serie de premisas orientadoras para ese individuo frecuentemente aplastado por el peso de una visión social inadecuada:

1. No es cierto que quien más sabe, más sufre. El conocimiento y la inteligencia muestran su valor en la realidad que producen. La realidad no es en su fondo la desgracia que gustamos creer. Al tomar contacto con sus verdades profundas lo que se genera no es dolor. Se genera de todo: dolor, placer, deseos, movimientos, experiencias. Sobre todo: acción, batalla por el sentido, ganas de hacer y de logro.

2. No hace falta estar preocupado todo el tiempo. La sensación de preocupación constante es un problema personal, una mala manera de tratar con las ansiedades propias. Es nuestra responsabilidad aclarar la situación y salir de esa emoción: y tomar las acciones que sean necesarias. Se puede pedir ayuda. Se puede ayudar. La preocupación no es sintonía con la realidad, es incapacidad de tratar con ella.

3. Aprender a vivir es aprender a soportar lo indefinido. A vivir se aprende: la vida va enseñando, si uno presta atención. Lo indefinido es lo que se padece, lo que resulta incómodo, aquello que todavía no se entiende o no se puede. Hay que tolerar grandes cantidades de indefinición, de caos, de procesos que suceden según su propio ritmo y no según el ritmo de nuestras necesidades o deseos.

4. Lo problemático es parte de lo real, y no algo que no debiera existir. Tal vez el error central de nuestro pensamiento standard sea la idea de que una existencia como debe ser no tendría que contener problemas o injusticias. Como si la existencia fuera un fenómeno racional y no uno natural. No lo es: los problemas ocupan y ocuparán siempre su legítimo lugar. El tema es qué hacemos nosotros frente a ellos.

5. El despelote de nuestras sociedades no es un defecto. Lo propio de una sociedad, en todas partes del mundo y en todas las épocas de la historia, es ser un núcleo indomable de tensiones cruzadas. Las sociedades no pueden no ser problemáticas y en parte caóticas. La capacidad de una comunidad está en lo que logra hacer con su despelote fundamental. Basta de creer que todo está mal todo el tiempo. Bastante bien funcionan las sociedades teniendo en cuenta que somos tantos viviendo juntos en un espacio acotado.

6. Dos planes vitales básicos, sobrevivir o crecer. Una cosa es hacer pie en lo que uno quiere, y aceptar los desafíos de ir plasmando ese crecimiento, y otra tratar de eludir las dificultades planteadas por nuestros deseos y tratar de sobrellevar la vida como una situación que, bueno, ya va a pasar. Sobrevivir: no hacer olas, evitar despelotes, conformarse. Crecer: ir a por más, desplegarse, tomarse en serio la propia sensibilidad.

7. De las confusiones se sale diciendo qué se quiere. El caos se ordena con el eje del deseo. Ese vector instaura un orden, organiza la experiencia con algún sentido, muestra dónde va cada cosa. No se trata tanto de buscar el camino correcto, hay que buscar el camino propio.

8. La diferencia debe ser expresada, más que respetada. Nos quedamos en la tibieza moralista cuando decimos que las diferencias hay que protegerlas, adoptamos un enfoque temeroso y defensivo. La diferencia es la forma particular de ser uno, y más que respeto pide fuerza y desarrollo.

9. Identidad es deseo. La identidad no es el contexto social, la memoria, ni la historia. Todas esas cosas borran nuestra identidad real y la suplantan por una identidad simbólica, inexistente. Somos lo que queremos. Cada uno está definido por su deseo, por su línea de acción. En esa aparente superficialidad de la piel está ya inscripta la historia, no hay que ir a buscarla otra vez. Está sin ser vista, donde tiene que estar. Y nosotros tenemos nuestra vida a cargo: ¿qué queremos? Soy lo que quiero, lo que me gusta, lo que hago en consecuencia.

10. Entusiasmo es felicidad cotidiana. Todas estas ideas no trazan en lo más mínimo un horizonte pesimista o escéptico, todo lo contrario. El entusiasmo, la posición vital más lograda y plena, feliz y activa, aparece cuando uno instala en su experiencia cotidiana ese eje del querer y del deseo personal. Es lo que nos hace bien a nosotros y es lo que el país necesita que hagamos.

Final: la objeción, desde el punto de vista colectivista, sería que si cada uno hace lo que quiere queda justificado el delito, que todas las barbaridades se legitiman. No es así: no es esta posición un apoyo a las barbaridades kirchneristas, por ejemplo. Es más bien un llamado a poner en marcha otras fuerzas para limitarlas. Y por otra parte: ¿acaso no está lleno de gente que quiere el bien de los demás? ¿No es en el deseo de estos muchos de donde cabe esperar un crecimiento nacional? Soy de esos: buscaremos nuestra felicidad y al hacerlo estaremos participando de la creación de un país mejor. La producción y la riqueza nacen siempre de las ganas de vivir.

El autor es escritor y filósofo. Autor del blog 100Volando.net

jueves, 29 de octubre de 2009

La ORACIÓN contada a los jóvenes

Por Mariola López Villanueva, RSCJ
( Publicado en www.ciudadredonda.org )



La madre de Sonia se fue de casa cuando ella nació, Ilenia no conoce a su padre, y Fran lo vio sólo una vez. Ellos son algunos de mis chavales del Instituto, un centro de atención preferente en un entorno social con una gran inestabilidad familiar y deteriorado por las drogas. Aunque están en cuarto de la ESO tienen ya diecisiete y a punto de los dieciocho, son pocos en clase de religión y puedo tener una relación más cercana con ellos. Un día me preguntaron qué hacíamos en la casa, cómo vivíamos en la comunidad. Entre otras cosas les conté que por la noche nos juntábamos para rezar y que, a veces, en esas noches me acordaba de ellos y los ponía con Jesús. Eso les sorprendió y les gustó. Una chica me dijo: “y ¿cómo rezas por nosotros?”...“Os traigo al corazón y le pido a Jesús que os cuide, que se os ponga la vida bonita, que encontréis gente que os quiera y a quien querer...” De pronto, Ilenia comentó que la única oración que antes se sabía era el Padre Nuestro pero que se le había olvidado ya, otro nombró a su abuela y Sonia me dijo para mi sorpresa que porqué no rezábamos allí. Les dije que sí, que el próximo día lo haríamos al final de la clase.
Cuando llegó el día me había llevado una música tranquila y pensé hacerles una pequeña meditación, que cerraran los ojos, respiraran...pero a pesar de varios intentos no pudimos pasar de ahí porque a un par de chicos les daba la risa. No quería desaprovechar la ocasión y se me ocurrió que empezáramos a orar con el cuerpo. Nos pusimos de pie en un círculo hicimos varios gestos de oración, nos pasamos a través de nuestras manos un plato de luz y al final les dije que nos íbamos a entregar esa luz de Dios unos a otros, a bendecirnos. Las chicas entraron muy bien, a los chicos les daba más vergüenza. El mayor regalo me lo hizo Sonia, cuando escuché que le decía a una compañera: “déjame que te bendiga”...Ni siquiera sé si ella sabe lo que eso significa.
Qué difícil hablar de oración a los jóvenes, enseñarles a orar, y más cuando a nosotros nos cuesta tanto en este tiempo de altas velocidades. Voy a hacer el intento de traducirla para ellos, no estoy segura de poder lograrlo por eso voy a pedirle ayuda a Sonia, la muchacha que quería aprender a bendecir, ella será mi interlocutora y mi guía.
1.- Cuestión de química
¿Has visto, Sonia, Física o química? Estoy segurísima de que sí. Es esa serie que espanta a los padres y adultos y os encanta a los jóvenes, donde se cuenta con cierta exageración las relaciones en un instituto entre los chavales y los profesores, la mayoría novatos, y donde hacen de todo lo imaginable. Por supuesto que no vemos a nadie rezar, ¡vaya locura¡ Incluso nos extrañaríamos si apareciera una escena así. Y sin embargo, también la oración es cuestión de “química” como el primer beso, sólo que hay que probarla.
Si en una semana en las series que sueles ver, en las películas, en los programas de TV buscaras algo que hablara de oración, probablemente no encontrarías, no aparece, al menos expresamente. Tampoco en las canciones es común, ni en las novelas. Por eso se os queda como algo que no fuera con este mundo ni con vosotros. Y sin embargo, hay en ti, Sonia, y en cada uno, un anhelo grande, algo más profundo y más hondo que lo que vemos.
2.- ¿Te acuerdas de aquel joven rico que se acercó a Jesús? Es el único personaje del Evangelio que después de encontrarse con él se marcha entristecido, y eso que Jesús lo quiso mucho, pero él no se atrevió, no se arriesgó a dejar sus riquezas para hacer espacio a una riqueza mayor: la de Dios y los otros en el centro de la vida. Jesús lo dejó partir, con dolor y con pena, pero lo dejó partir; porque uno sólo puede mostrarlo y esperar que el otro lo tome. Recuerda siempre que todo lo que tiene que ver con Dios en tu vida será una invitación, una atracción, una propuesta, pero nunca una imposición, tampoco la oración, eso sería no haberla descubierto.
¿Te has preguntado alguna vez a quién perteneces? Cuando descubrimos la oración en nuestra vida es cuando empezamos a presentir que importamos para alguien, que hay una Presencia mayor que está en nosotros mucho antes de que empecemos a darnos cuenta, que nos acompaña sin que lo sepamos, y que nos espera, allá adentro en el fondo de nuestra alma y aquí afuera en los encuentros y en las vivencias de cada día ¿Sabes que es lo que más me cuesta? Saber que tenemos en nosotros, y sobre nosotros, que nos envuelve por detrás y por delante, una fuerza de amor poderosa y que apenas sabemos cómo conectar con ella. No conocemos su nick para chatear, ni su móvil para mandarle un sms.
Como te decía, también la oración es cuestión de química, de verla en otros ojos, de saber que hay un “Tú” que te espera y decirle “aquí estoy también yo” y acercarnos poco a poco como cuando estrenamos un amigo y cuidamos cada cita. Pero la mayoría de las cosas que vivimos nos ocultan ese “Tú” o dicen apenas de él, aunque eso es sólo en apariencia, ya lo irás descubriendo. Una cosa que nos da la oración son “ojos”, de pronto las cosas y tu propia vida se ven con otra luz, de otra manera. Es tan hermoso poder llevar a otros allí, como una cita compartida de messenger, solo que las cosas que se dicen son de corazón a corazón y quedan grabadas en el disco duro de nuestra memoria. Esos mensajes no se borran, ni ocupan espacio. Y no sólo ves o oyes, sino que puedes tocar y ser tocada ¿Voy demasiado deprisa? Es que deseo tanto que te den ganas de probarla...
2.- El gimnasio del corazón
¿Practicas algún deporte? Ahora recuerdo que jugabas a voleibol. Ya sabes cuánto hay que entrenar para jugar bien y lo importante que es la disciplina de cada día. No correr un día dos horas de pronto, sino cada día un poco para que el cuerpo tenga su tono y no te tiren los músculos. Me impresiona la cantidad de gente que va a los gimnasios, las actuales catedrales del cuerpo; el ejercicio es bueno siempre que no se sobredimensione.
Nada me impresiona más, cuando vemos unos Juegos Olímpicos por la tele, que pensar todo el sacrificio que han tenido que hacer los atletas, las horas y horas que han dedicado. Su tiempo, su atención y sus mejores energías giran en torno a esa práctica. ¿Te has fijado tú? Es increíble. Eso para triunfar en un deporte que es sólo para unos años, imagina los corredores de fondo... ¡Cuánto más nosotros para atinar con la carrera de la vida tendríamos que entrenarnos bien!
En general creo que los jóvenes cuidáis bastante vuestra dimensión corporal y necesitáis cultivar también las dimensiones mentales y emocionales...pero hay una que está aún más adentro, es la dimensión trascendente de nuestra vida ¿Te suena esa palabra? Significa algo así como que no estamos cerrados en nosotros mismos, que estamos abiertos a una Realidad mayor que nos trasciende, que tenemos en el corazón un hueco que está hecho a la medida de Dios. Pues fíjate que siendo ésta una de las dimensiones más importantes de la vida es la que menos nos enseñan a despertar y a cultivar. La dimensión de profundidad es la más descuidada y, sin embargo, es aquella que nos hace sentir plena la vida. ¿Por qué lo aprenderemos tan tarde? Lo que sentiría mucho es que se te pasaran los años, te liaras con otras cosas, y no te dieras cuenta. Intuyo un pozo tan precioso dentro de ti, una fuente tan honda. ¡Y tú sin saber que la tienes! Nos pasamos la vida buscando agua en pozos ajenos, y apenas descubrimos nuestro manantial. La oración nos ayuda a encontrarlo y a ensancharlo (también nos ayuda a sanar las heridas pero eso lo dejaremos para otra ocasión). Cómo nos cambiarían las cosas si cada día pasáramos un ratito en el gimnasio del corazón con Aquel que amorosamente nos espera. Cómo se nos moldearía la vida, que distintos veríamos los rostros al recibirlos ahí. Para ello necesitamos pararnos, entrar dentro, buscar en Otro nuestro centro, soltar tantos ruidos que nos acompañan y, si queremos ahondar la relación, tener un ritmo, cierta disciplina, practicar un poco cada día...como el deportista para ejercitar sus músculos. Y ahora que todos buscan tener su coach, su entrenador personal, ¿Sabes que allá adentro tenemos uno? Los cristianos le llamamos Espíritu. Ruah. Aliento de Dios. Fuente de todo amor. Es nuestro maestro para aprender a orar. Él nos va enseñando que decir y cómo hacerlo, y con él nos vienen las lágrimas y la alegría. Si lo frecuentamos podremos luego reconocerlo cuando se cuela en nuestra vida cotidiana, si no lo conocemos está igual a nuestro lado, y dentro de nosotros, y dentro de los otros, sólo que no lo sabemos...y no contamos con él. Ojalá puedas sentirlo, estoy segura de que sí, es más lo has experimentado ya pero aún no sabes que es él, el día que lo sepas y te queme su fuego ya no podrás olvidarlo. En algunos gimnasios preparan una tabla personal, le dan a cada uno su manual de ejercicios. Nuestro manual en ese gimnasio del corazón es el Evangelio, nos busques otros si te quieres entrenar de verdad, hay cosas preciosísimas sobre la oración y está bien conocerlas y ayudarte con ellas, pero tú vuelve siempre al Evangelio, mira a Jesús allí, contémplalo, identifícate con sus personajes...hasta que llegue a ser Buena Noticia también en ti para otros.
3.- Hacernos un cine
¿Te gusta el cine? A mí muchísimo, meternos en las historias, conocer otras visiones y otros mundos, emocionarnos...Pienso que Jesús contaba parábolas porque aún no existía el cine. También detrás de cada película hay horas y horas de trabajo, algunas tardan años en rodarse, de cien tomas se aprovechan diez. La luz es muy importante en las películas, por eso para mi la oración tiene que ver con el cine, porque también es cuestión de luz. Pones lo vivido bajo otros ojos, lo miras desde otro ángulo, no lo contemplas sola. Es como si pudiéramos bañar la realidad en esa luz que descubre lo verdadero, lo que cuenta, lo que merece la pena. Y cuánto cambian las imágenes cuando las recibimos ahí, entonces se ven las cosas en versión original, y ¿sabes qué es lo más emocionante? que apenas sabemos nada de nuestra propia película y de nuestro papel en ella, que al principio somos meros espectadores, y que en la medida en que nos vamos adentrando en la oración vamos siendo protagonistas, señores de nuestra vida, dejando que el guión nos lo vaya haciendo Otro, el que sabe, el que conoce el entramado de la historia y la belleza escondida de cada plano. Cómo disfrutan los actores cuando los dirigen buenos directores, se dejan llevar, se abandonan. Nosotros contamos con el mejor, pues sólo en Él podemos conocernos y ser lo que somos, y desplegar el amor.
Encontrarnos con Jesús y vivir con él nos pone la vida bonita, y es en la oración donde lo vamos descubriendo, donde nos dejamos mirar y querer. ¿Recuerdas su mirada a la mujer adúltera, a la que lo acarició y lo ungió con el perfume, a Pedro...? Esos son los ojos que buscan los tuyos. Por favor, no te los pierdas. El día que los sientas no podrás olvidarlos. En cada oración nos volvemos hacia esos ojos, que nos bendicen, que nos embellecen, que nos llevan. No te encontrarás en otro lugar como en ellos. No te verás en otro lugar como te ves allí. Sólo ellos muestran nuestra verdad desnuda; y llegarás a amar tu pobreza como nunca podrías haber imaginado. Mira desde Él a los demás, mira con Él lo que vives, lo que bloquea tu corazón; lo que te da vida y lo que te hace sufrir, tus miedos y tus sueños, las personas que forman parte de ti…Mira también el dolor de los otros, sus anhelos, su bondad. No dejes nada fuera de esos Ojos que ruedan para ti. Si te dicen que no existen es porque no los han descubierto cuando tú los veas lo sabrás y sólo en la oración se muestran. Se van tatuando poco a poco en lo más hondo de ti.
Otro tema importante en el cine son las imágenes y también en la oración. Según sea Dios para ti, según cómo lo veas así orarás. A veces se nos introyectan imágenes falsas de Dios, fetiches que tienen más que ver con nosotros que con Él, con nuestras compulsiones y miedos. Necesitamos frecuentar el Evangelio en la oración para que esas imágenes se nos vayan cayendo y poco a poco se muestre ante nosotros, y dentro de nosotros, el Rostro de Dios que Jesús reveló. Siempre nuevo. Cuando ya creemos conocerlo o saber de él, nos lleva más adentro y más lejos. Un Dios que no se deja contener. Lo que más lo identifica es su amor incondicional, y el gusto tremendo que provoca en nosotros por la vida y por su diversidad, el cariño por todos y por todo. Vivimos tan rápido que apenas nos damos el tiempo para asimilar las experiencias que tenemos. La oración nos hace disfrutar de las mejores escenas del día, y nos hace desear reparar las que nos han gustado menos. Párate un rato cuando sea mejor para ti, por la mañana, a la tarde o la noche y recorre el día y los rostros, lo vivido, lo expresado, lo callado, lo recibido. Igual que tras una buena película te quedas pegada al asiento del cine y necesitas un tiempo antes de salir a la calle, así nos pasa en la oración, no podemos terminarla de repente. Tiene su momento de despedida, de poso, de reverencia.
4.- Nuestro blog interior
¿Sabes que sin darnos cuenta nos vamos haciendo cada vez más individualistas en esta sociedad nuestra del bienestar? No sé si tu eres de los jóvenes con tele propia en el cuarto y conexión a internet y que pasan todo el día relacionándose virtualmente. La otra tarde fui a un ciber, al lado mío un chico marroquí hablaba por chat mientras veía la imagen de la chica que tenía al otro lado. Por supuesto que no entendía lo le que decía, pero sí podía ver sus ojos y su sonrisa, creo que ese mismo chico delante de esa joven, en vivo, no le diría ni la mitad de las cosas que le comunica por el chat. Me hace pensar en la necesidad honda que tenemos de vivir conectados con los otros, de entrar en relación...y al mismo tiempo en nuestras dificultades para ello. La oración es también un modo vital de relacionarnos que necesitamos aprender.
Cada vez hay más páginas web sobre temas de oración y seguro que hay algunas muy buenas que te podrán ayudar en distintos momentos. Pero te confieso un secreto, para conectarnos por dentro es mejor apagar el ordenador, si no serán más imágenes, más palabras, pero no nos calarán, se quedaran en la epidermis de la información recibida durante el día. Porque la oración no consiste en saber ni en decir cosas, sino en sentir y gustar internamente, que decía Ignacio de Loyola, un buen compañero de camino para descubrir a Dios en la vida. Un Dios que conoce tu nombre y que necesita de ti para hacer este mundo más humano. Sí, aunque te parezca increíble. Estamos amenazados de individualismo y la oración cristiana es un gran correctivo, es una invitación a sabernos con otros, a vivir en comunidad. En ella decimos que nuestro origen es común y pedimos juntos el perdón y el acontecer del Reino. Nada tiene que ver con una oración solitaria. Es en una soledad acompañada, llena de rostros, sonora la llamaba el maestro Juan de la Cruz, otro gran buscador de Dios en la noche. A vosotros que tanto os atrae la noche, en ella os encontráis y os queréis, a veces pasáis peligros y malos ratos, en la noche están vuestros amigos y vuestro mundo...Ojalá que podáis descubrirla también como un tiempo de salvación. ¿Sabías que Jesús se retiraba de noche a orar? Eso tiene en común con vosotros, entre otras cosas, que le gustaba la noche para entrar en relación.
¿Tienes un blog? Seguro que conoces algunos, los hay de una sola persona y los hay compartidos, el blog de la oración cristiana es con otros, junto a otros, para otros. En los blogs se narran experiencias, modos de ver, anécdotas, cosas que uno quiere compartir, conversaciones, es como un diario colgado en la red. Normalmente tenemos un blog exterior que es el que mostramos pero tenemos también un blog interior que nos es más desconocido aún para nosotros mismos. Hemos inflado la exterioridad, la imagen exterior, ¡cuánto nos juega a todos! y cómo la explotan los medios de comunicación. Pero de lo interior apenas vislumbramos, pues es aquello que no vemos directamente. Podemos conocer y hasta deslumbrarnos por el exterior de una persona, por su belleza, su inteligencia, su simpatía pero para conocerla de verdad necesitamos considerar su interior, su modo de ser, su corazón y su visión del mundo. Somos un iceberg para nosotros mismos, y así vemos también a los otros, nuestra mejor parte permanece oculta, y la oración nos ayuda a descubrirla, nos da ojos interiores para mirar lo profundo en las personas, la dimensión más verdadera de nuestras vidas. Si algún día tienes tu pareja, prueba a orar por ella, a llevarla junto a Dios y también a rezar juntos, a tener un blog interior. Prueba también con los amigos, y con las personas que más te cuesta relacionarte. Te sorprenderás.
5.- La oración se ve en las manos
A veces, según en que ambientes nos da cierto pudor decir que rezamos. Quiero contarte una anécdota que me pasó con mi madre. He estado un tiempo largo en casa con ella y le dije que por las tardes mientras ella echaba la siesta yo me iba a ir a la habitación a rezar un rato (no creas que me costó también decírselo). Una de esas tardes vino una tía a verla, preguntó por mí y ella le dijo: “Está por ahí dentro en la habitación haciendo gimnasia para su espalda”...Me dio la risa escucharle eso, pero entendí que le daba vergüenza decirle a mi tía que estaba rezando y es que no tenemos costumbre de expresarlo, de integrarlo en la vida de cada día como algo normal.
Quiero hablarte ahora de hombres y mujeres que supieron decirnos de su experiencia de oración para que puedas ver lo que significaba para ellos. La más conocida es nuestra Teresa de Jesús, ella decía: “la oración es tratar de amistad con quien sabemos nos ama”. Porque oró mucho, pudo arriesgar y amar mucho. Ya irás viendo lo que la oración tiene que ver con el amor y con la libertad. Muchísimo más de lo que puedas imaginar. Etty Hillesum, una joven judía de veintitantos, dio un giro tremendo a su existencia el día que aprendió a arrodillarse y orar se convirtió para ella en el refugio y la paz de su vida en medio de un sufrimiento atroz durante la persecución nazi. Mahatma Gandhi decía algo así: “puedo pasar un día sin comer, pero no puedo pasar un día sin orar”. Las personas que se han comprometido por los demás, que han trabajado por la justicia, que han sido capaces de dar su vida por otros, han sido también personas de oración, de una relación viva con Aquel que presentían en todas las cosas.
Sacaban su coraje, su humildad y su transparencia en esos tiempos prolongados en su Presencia. Hay mucha gente que busca y ora a su modo aunque no lo diga. Me dio gusto encontrar esto en la última novela de Isabel Allende, La suma de los días, ella decía: “Lo que pretendo en mi tambaleante práctica espiritual es deshacerme de los sentimientos negativos que me impiden caminar con soltura...No me hago ilusiones, nunca alcanzaré el desprendimiento absoluto, la auténtica compasión o el estado de los iluminados, parece que no tengo huesos de santa pero puedo aspirar a las migas: menos ataduras, algo de cariño hacia los demás, la alegría de una conciencia limpia” (p. 119)
La oración nos hace amigos de Dios, de los otros, y en última instancia de nosotros mismos. Nos va dando un tono amistoso con la vida, con los acontecimientos. Vamos perdiendo temores y nos toma una confianza casi de niño que nos hace presentir que, pase lo que pase “todo acabará bien”.
Otra cosa importante es que la oración no podemos medirla, no podemos llevar cuenta de ella. En el deporte, en la interpretación musical, en otras artes, puedes medir los logros, en el arte de orar siempre sientes que no sabes, incluso con el tiempo en vez de avanzar tienes la sensación de que vas para atrás. Una no puede medirla, son los demás los que la ven. Dicen que irradia a través de los ojos y de las manos.
La oración transforma la vida, no nos hace sentirnos mejores que otros, al contrario, nos hace capaces de vernos iguales: igual de necesitados e igual de provistos para amar. Desbloquea lo que nos separa de los demás y libera un amor que nos conecta con cada criatura del universo. La oración nos da manos buenas para los otros, nos hace seres compasivos y nos llena de gratitud. ¿Sabes en que se le notaba a Jesús que oraba? En qué pasó haciendo el bien y en que amaba a los que nadie quería; y seguro que era mucho, pero mucho más alegre de lo que nos lo pintan.
6.- El pájaro del alma
No sé si te habrá movido algo todo este rollo y si te animarás a descubrir la oración, al menos tómalo como lo mejor que tengo para darte. Disculpa si algunas palabras no acabas de entenderlas. Hay cosas que pueden decirse y otras que necesitamos descubrir por nosotros mismos y tú tienes toda la vida por delante. Aprovéchala y, pase lo que pase, siente que no estás sola, que Alguien vela con inmenso amor por ti. Hay un poema delicioso de Mijal Snunit, una escritora hebrea de cuentos para niños y jóvenes, que me encantaría ponerte entero pero es muy largo, te regalo un trozo como despedida. Cuando acabes de leerlo no digas nada, respira y permanece ahí, por si el pájaro del alma te estuviera silenciosamente buscando.
(...) Dentro del alma,
en su centro,
está, de pie sobre una sola pata,
un pájaro: el Pájaro del Alma.
Él siente todo lo que nosotros sentimos.
Cuando alguien nos hiere,
el Pájaro del Alma vaga por nuestro cuerpo,
por aquí, por allá, en cualquier dirección,
aquejado de fuertes dolores.
Cuando alguien nos quiere,
el Pájaro del Alma salta,
dando pequeños y alegres brincos,
yendo y viniendo,
adelante y atrás.
Cuando alguien nos llama por nuestro nombre,
el Pájaro del Alma presta atención a la voz
para averiguar qué clase de llamada es ésa.
Y cuando alguien nos abraza,
el Pájaro del Alma,
que habita hondo, muy hondo dentro del cuerpo,
crece, crece,
hasta que llena casi todo nuestro interior.
A tal punto le hace bien el abrazo.
(...)
Pero sucede que el Pájaro del Alma nos llama,
y nosotros no lo oímos.
¡Qué lástima!
Él quiere hablarnos de nosotros mismos,
quiere platicarnos de los sentimientos que encierra en sus cajones.
Hay quien lo escucha a menudo.
Hay quien rara vez lo escucha.
Y quien lo escucha sólo una vez.
Por eso es conveniente
ya tarde, en la noche,
cuando todo está en silencio,
escuchar al Pájaro del Alma
que habita en nuestro interior,
hondo, muy hondo, dentro del cuerpo.



LE BLANC, el monasterio que acepta religiosas con síndrome de Down

Mar Velasco - La Razón
    Son contemplativas, siguen la regla de San Benito y viven felices. Su vocación junto a otras hermanas “válidas”. Es probablemente una experiencia inédita en la “vida consagrada”. Pero ¿porqué no? Cuando en Europa nos lamentamos de la falta de vocaciones, tal vez sea porque ya tenemos un “cliché” inamovible. ¿No habrá personas con un carisma así? ¿No será ésta otra forma de mostrar la admirable ductilidad y capacidad de adaptación del gran carisma de la vida consagrada? Ser fundador o fundadora es dejarse llevar por la imaginación y fantasía del Espíritu.


    Hace apenas unos días que un actor con síndrome de Down, Pablo Pineda, ganaba el premio al mejor actor en el Festival de Cine de San Sebastián, con una película («Yo, también») que habla de amor, de ternura y de la capacidad del ser humano para romper barreras. La misma historia que se lleva viviendo desde hace 24 años en el monasterio de Le Blanc, en Francia. Allí, la comunidad de Hermanitas Discípulas del Cordero acoge a jóvenes con síndrome de Down en su congregación. Una característica atípica en el mundo de las comunidades religiosas, donde las exigencias propias de algunas congregaciones hacen muy difícil esta integración. La posibilidad de que una persona con discapacidad pueda formar parte de una comunidad depende de los requerimientos de cada una: «Lo importante es que esta discapacidad no constituya un obstáculo o dificultad insuperable para poder llevar adelante la vida propia de la congregación, orden o instituto. No se trata de una especie de discriminación, sino más bien de un acto de caridad para con estas personas, pues puede ser muy frustrante para ellas el no poder realizar aquello a lo que se han comprometido al emitir los votos», explican desde la web www.vocacion.org. Pero para las Discípulas del Cordero, no existe impedimento alguno. Fundada en 1985, su vocación es eminentemente contemplativa, basada en la Regla de San Benito y en el camino de la Infancia Espiritual de Santa Teresa del Niño Jesús, y ofrece a las jóvenes con síndrome de Down la posibilidad de realizar su vocación religiosa, acompañadas por otras Hermanas «válidas» de la comunidad.

Para Dios no hay obstáculos
«Aunque en el ámbito del espiritual, los términos de “validez” y de “discapacidad” deben relativizarse», afirma la hermana Line, responsable de la comunidad. «La discapacidad más grave ¿acaso no es la producida por el pecado, que obstaculiza la vida de Dios en el alma?», se pregunta. «Una persona que acoge plenamente la gracia se construye y se abre también humanamente», asegura. La vida cotidiana se ajusta al «ora et labora» benedictino: participan en la misa, hacen oración y realizan trabajos de costura, bordados, repostería, etc. La comunidad está asistida por el monasterio benedictino de Fontgombault. Hoy, la comunidad reúne bajo el mismo techo a diez hermanas, felices por igual.
  • (Tomado del periódico La Razón, 28 octubre 2009:  Mar Velasco)

viernes, 23 de octubre de 2009

Historia de una vocación especialísima: CARLOS CAJADE

A veces, hablar de VOCACIÓN RELIGIOSA puede sonar algo intimista....como si la historia entre Dios y el hombre se limitara a la contemplación egoísta de las propias preferencias, a la luz de no sé qué falso heroísmo plagado de autocomplacencia.

Y no hace falta ser muy entendido para darnos cuenta que, no....eso no es vocación sino otra cosa.
Por eso, en este blog en el que muchas veces hablamos de todo un poco, relacionado con la amorosa llamada de Dios al hombre, hemos querido incluir esta historia.
Ayer, 22 de octubre, se cumplía el cuarto aniversario del fallecimiento de Carlos Cajade.
¿ Quieres saber quien fue " Carlitos " Cajade ? Bueno, entonces merece la pena que dejes unos minutos leyendo esta historia....




Cuatro años sin Carlitos Cajade

Se crió en la frontera entre La Plata con Berisso hace 60 años. Era de Estudiantes, el Pincha de La Plata y de Cambaceres, el Rojo de Ensenada. Como Mujica y tantos otros, se convenció que el Cielo no debía ser consuelo de “algún día” y luchó para construirlo en la tierra. Optó por los pobres y se embarró por ellos.

Hace 25 años, en una Navidad, compró un pan dulce y festejó en un ranchito de Berisso con dos chiquitos sin hogar. Nació ese día la Obra del Padre Carlos Cajade que hoy es Hogar para cientos de niños, niñas y adolescentes de La Plata y la región. Creó la Casita de los Bebés, las Casita de los Niños y prontó, desde algún lugar, verá el nacimiento de la Casa Joven.

Pensó en una Huerta, una Panadería y una Imprenta, para hacer oficios y lograr la dignidad del trabajo. Sin embargo, soñaba con un tiempo en que no haga falta comedores, ni centros de día para chicos pobres y dio da la batalla ideológica con La Pulseada, la revista periodística que ya tiene 7 años. Militó en la CTA, porque creía en la lucha de los trabajadores. Decía que detrás de cada chico de la calle había un desocupado. Luchó por los derechos humanos de ayer y de hoy. Se opuso a las privatizaciones de los 90. Integró el Comité contra la Tortura de la Comisión por la Memoria y denunció el exterminio que sufren los privados de la libertad. Fundó y coordinó, junto con Alberto Morlachetti, el Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo con el que caminó el país gritando que “el hambre es un crimen”. Tocaba la guitarra. Le gustaba desde Serrat a León Gieco y desde Los Redondos a La Guardia Hereje. Tomaba mate con cachamay y solía invitar con picadas de salamín, queso y pan. Tomaba vino y te llamaba con el diminutivo del nombre... como queriendo acariciar y abrazarte al mismo tiempo. Se enfrentó al poder y sufrió persecuciones y atentados. Lo odiaron los padres de la pobreza y la desigualdad. Lo amaron los villeros y villeras, los pibes y pibas, los piqueteros, los negros de abajo, los cartoneros, los desocupados... Los soñadores.

Decía que los niños tenían que comer en sus casas el pan ganado por sus padres en sus trabajos. Carlitos Cajade, el Curita, también se preocupaba por la inseguridad y en la época de Blumberg, escribió:

Leí una noticia en Clarín que me preocupó mucho. Estaban todos tratando de encontrar a un niño sepultado en un basural. Durante varios días busqué la información en los diarios para saber cómo había terminado esa dolorosa historia. Con el tiempo, un familiar de ese chico llamó a nuestro Hogar buscando ayuda para que sigan haciendo las excavaciones en el basural para hallar a este niño. Este hecho fue así, dos niños de 15 años, mellizos, que hace 7 meses habían venido de Formosa y que vivían con su hermana, estaban buscando metales en los basurales que tiene el CEAMSE en el Camino del Buen Ayre y el Río Reconquista en José León Suáres, partido de General San Martín, donde se descarga la basura proveniente de la Ciudad de Buenos Aires y parte del Conurbano. Muchos niños le cirujean a la vida tratando de encontrar un pedazo de bronce o de hierro que luego se pueda convertir en pan en sus casas. Estos chicos, mientras buscaban, vieron las vigilancias acercarse y se escondieron entre la montaña de basura justo cuando las topadoras removían el lugar para dar paso a los camiones que descargan. Uno de esos niños quedó sepultado y perdió la vida. La Policía dice no poderlo encontrar. Se que hay una hermana de él que va todos los días al basural tratando de hallar entre los deshechos a Diego. La historia de esta familia de apellido Duarte casi no salió en los diarios. Este hecho me hizo acordar de un chico que dormía en la calle y luego vivió en nuestras casas, que nos contó que una noche de mucho frío se metió dentro de una caja grande de cartón y se despertó cuando habían tirado la caja con él adentro en el interior del camión recolector. Alcanzó a saltar unos segundos antes de que lo apriete la compactadora. La dolorosa historia del paso del neoliberalismo escandaloso por los países de América Latina ha hecho que muchísimos de nuestros niños no tengan ningún tipo de seguridad. También me hace acordar de Nazarena, una nenita de dos años que la agarramos ya tarde en la Casa de los Bebés. Para poderla alimentar le dábamos con un gotero la leche. Igual no le pudimos salvar la vida porque ya tenía dos años... Al final se nos terminó yendo. A muchos les ganamos la pulseada de la muerte contra la vida, pero a muchos no les ganamos. ¿Y qué seguridad tenía Nazarena? Si hablamos de seguridad, hablemos de la seguridad de todos los hijos que llegan a este querido país. Es dolorosa la historia de muchos de nuestros niños que únicamente por el hecho de haber nacido pobres, no tienen ningún tipo de defensa ni de seguridad. Otros pierden la escolaridad antes de ponerse el guardapolvo y por lo tanto no tienen ningún tipo de seguridad para el futuro. Entonces, me parece que este concepto de “seguridad” que se está hoy debatiendo en la sociedad, tiene una acentuación discriminatoria muy fuerte con respecto a tantos argentinos que viven totalmente en el anonimato. Nuestros pibes solo tienen la seguridad de que nunca podrán saber qué es la Justicia. A lo sumo conocerán su aspecto represivo cuando sean llevados a alguna comisaría o sean víctimas del gatillo fácil, para ellos tal vez, la última injusticia. Un chico de 14 años que hoy te robó una bicicleta, vos le ponés la ley penal, lo mandás encerrado y a los tres años ese chico vos lo largás y te mata. Ni siquiera te conviene a vos, con tu pensamiento egoísta, que ese chico esté encerrado a los 14 años. Porque cuando vos lo encerraste, sale muchísimo peor que antes del encierro. ¿De qué país hablamos cuando hablamos de inseguridad? ¿Qué diferencia hay entre la muerte de Alex Blumberg y la de Diego Duarte en el basural? ¿Por qué nos dolió tanto una y la otra no la conocimos? ¿La muerte injusta no es una desgracia para todos los hijos que han nacido en este país, o hay muertes de primera y muertes de segunda?”.


Hace cuatro años murió por una enfermedad, Carlitos Cajade, pero su lucha es actual. ¿Quién es hoy Diego Duarte? Quizás Luciano Arruga o tantos otros. ¿Quién es Nazarena? Miles y miles. ¿Quién es ese “vos” al que se refería el Cura cuando hablaba de “tu pensamiento egoísta”? Quizás el que escribe esto o el que lo lee. Llegaremos entonces a la conclusión que el tiempo verbal del inicio de este texto estuvo equivocado. Diremos entonces que se crió en la frontera entre La Plata y Berisso, que es Pincha y del Rojo, y que todavía pelea por el cielo en la tierra. Los bebés que comen con goteros y los adolescentes que duermen en cartones no merecen esperar.

jueves, 22 de octubre de 2009

Nueva Entrevista Teatina- OCTUBRE 2009-

Si quieres conocer un poco más a las TEATINAS y TEATINOS,
no dejes de pasar por el BLOG de nuestras ENTREVISTAS....
En OCTUBRE hemos entrevistado a ESTRELLA SANCHEZ RANGEL,
postulante de las Teatinas de España.
Para acceder, simplemente tienes que haces clic
en la imagen de la barra derecha...
¡ Que disfrutes de la entrevista !

ESTRELLA SÁNCHEZ RANGEL,
postulante teatina
Provincia Española " Ntra. Sra. de la Providencia "

jueves, 15 de octubre de 2009

¡FELICIDADES!

Compartimos con los lectores del blog
algunas fotos de la profesión solemne
de nuestras hermanas mexicanas,
Areli, Guadalupe y Mary
que el pasado mes de septiembre de 2009
hicieron su PROFESION SOLEMENE
en la Congregacíón de RELIGIOSAS TEATINAS de la I.C.

¡ ENHORABUENA !



NOTICIAS DESDE CIUDAD REAL





Un nuevo curso académico comienza
para todos los universitarios españoles...
Agradecemos a Sor Isable Vique
que nos ha enviado estas fotos
de la INAUGURACIÓN DEL CURSO 2009-2010
en la RESIDENCIA UNIVERSITARIA
de las TEATINAS DE CIUDAD REAL.


¡Una verdadera fiesta!




sábado, 10 de octubre de 2009

Nuevo CD de Martín Valverde: " VOCANCIÓN "


martes, 29 de septiembre de 2009

Seguir el faro interior

A VUELTAS CON LA VOCACIÓN...

Señor Sinay:
Soy psicóloga, trabajo en orientación vocacional y me asombra que los chicos se acerquen buscando una carrera que les dé dinero. ¿Dónde está la pasión por las cosas que nos hacen crecer como seres humanos?, ¿el amor por lo que nos diferencia a uno del otro, el desarrollo de las virtudes que nos llevan a complementarnos?, ¿la educación del alma? ¿Cómo hago para trabajar sobre algo cuando el que lo solicita no cree que exista?
E. Barbieri
Francisco y yo quisiéramos plantear el problema de por qué a muchos estudiantes nos cuesta concentrarnos (estudiamos Ingeniería en Alimentos y Abogacía, respectivamente) aun cuando estamos avanzados en nuestras carreras. En nuestros trabajos nos enfrentamos con la misma dificultad para desarrollar ideas e implementarlas. ¿Por qué no poseemos concentración y dedicación para uno como para otro? ¿A qué se debe y cómo enfrentarlo? ¿Cómo puede ser que no poseamos la misma disposición para estudiar que teníamos cuando empezamos nuestras carreras?
F. Casaro




Cada tanto, milagrosamente, se puede ver en algún canal de cable (también circula en disco de video) una película que, con justicia, está considerada entre las mejores de la historia del cine. Se titula Qué bello es vivir (originalmente, It´s a wonderful life ) y fue dirigida en 1946 por Frank Capra. Nominada entonces a cinco premios Oscar, no ganó y cayó pronto en el olvido, hasta ser recordada y rescatada sólo unos treinta años después. Hoy está viva y vigente. Su protagonista, George Bailey (inolvidable labor de James Stewart) hereda inesperadamente el lugar de su padre al frente de una compañía financiera que presta dinero a gente de escasos recursos. El no quería estar allí, deseaba irse del pueblo y estudiar en la universidad. Forzado a quedarse, debe enfrentar, además, a quienes buscan convertir la empresa en un lucrativo negocio, aun a costa de los clientes. En el día de Navidad, con la empresa a punto de quebrar, George decide suicidarse para que, con su seguro de vida, se salden las deudas. Pero entonces Dios le envía un ángel (que ganará sus alas si cumple bien la tarea) para que lo detenga, lo lleve a un paseo retrospectivo por su vida y le demuestre que ni el pueblo, ni sus seres queridos, ni acaso el mundo habrían sido los mismos si él no hubiese existido. "La vida de cada persona toca la de muchas otras, si no estuvieras habría un vacío", le dice el ángel (Lionel Barrymore).
Encontrar una vocación es hallar ese punto irremplazable e intransferible en el cual, al cruzarse con otras, nuestra vida se hace necesaria, mejora el mundo, es iluminada por el sentido. Como no existen dos seres humanos similares, la vocación de cada quien es única, aunque luego se exprese a través de actividades que no lo sean. Una "carrera que dé dinero" suena, más que a vocación, a la búsqueda de símbolos externos que le den entidad a una existencia anémica de propósito. Cuando prestigio, dinero, éxito, figuración, reconocimiento, poder o fortuna se convierten en fines, se corre el riesgo de que justifiquen cualquier medio. Descubrir la propia vocación requiere, como escribía el sacerdote y pensador holandés Henri J. M. Nouwen en La voz interior del amor , bucear en nuestra identidad más profunda, en ese punto al que sólo nosotros (con honestidad, tesón y coraje) podemos llegar. Ahí, decía Nouwen, "debes hablarle a tu corazón (y escucharlo) y seguir tu vocación más profunda". Si no es así, "te entregas a la influencia ajena, dudas de ti, te vuelves pasivo".
Quizás en la exploración de una vocación haya que cambiar una pregunta (¿qué carrera quiero seguir, a qué profesión deseo dedicarme?) por otra (¿qué clase de persona quiero ser, con base en qué valores, orientado a qué propósito?). Posiblemente nuestra amiga Eugenia, en el lugar en el que está, pueda insistir en instalar esta pregunta entre quienes acuden a ella en pos de la receta mágica. Y, aunque la respuesta pueda resultarles incómoda, quienes compartan la sensación de Francisco y Florencia pueden interrogarse acerca de sí hacen o estudian aquello que les dicta su voz más propia y profunda o si sólo están cumpliendo con lo que, según voces externas, deben hacer. Cuando nuestra presencia y nuestra vocación coinciden en el mismo punto, una poderosa energía, un continuo entusiasmo nos mantiene activos y creativos. Como George Bailey, sabemos para qué vivimos. Y cuando se sigue la luz de ese faro interior, es difícil perderse.
El autor responde cada domingo en esta página inquietudes y reflexiones sobre cuestiones relacionadas con nuestra manera de vivir, de vincularnos y de afrontar hoy los temas existenciales. Se solicita no exceder los 1000 caracteres.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Desde la RAÍZ: relatos de vocación religiosa I

Hacer que palpite tu fuego
Emilio J. Martínez González, o.c.d.
Déjame que te cuente una historia... Una historia que son varias, tejidas de esperanzas, de sueños, de promesas... Y también, a veces, de decepción y sinsabores. No es corriente, al menos no tanto como hace unos años, pero hoy, hombres y mujeres más o menos jóvenes se dejan seducir por el atractivo de la vida religiosa. De ell@s te quiero hablar, haciendo salir al escenario de estas páginas algunos personajes, hombres y mujeres con los que quizás puedas sentirte identificado, en cuya historia verás latir algo de la tuya... No en vano todas ellas "se basan en hechos reales", como algunas pelis que, sólo por eso, ya se ganan un poquito más nuestra atención. Para escribirlas, he rebuscado dentro de mí y dentro de otros; incluso he pedido a hermanos y amigos que me cuenten su propia historia o esa otra que les tocó el corazón mientras la escuchaban tomando una taza de café (¡gracias, Dani, Lázaro...!). Quizás estas historias sean algo más que literatura y sus actores y actrices, traviesos, se hayan vestido con retales de tu propia vida, con la esperanza de valerte de espejo y hacer que, de nuevo, palpite tu fuego.

Adrián

A sus 21 años, atascado en una carrera que pareció comenzar con paso decidido, la cabeza de Adrián bulle envuelta en mil dudas.
Dos bancos adelante está Ana, con la que no puede hablar sin ponerse rojo y hacer, una y otra vez, el ridículo. ¡Tiene unas ganas de hablarle, de entrarle y decirle tantas cosas! Pero el miedo y la vergüenza le detienen, a pesar de que Fátima le anima un día y otro a invitarla a salir un sábado.
Su hermana Elena, con la que se confía a menudo, le dio hace un par de meses un folleto que recogió en una iglesia. Elena está cansada de oír parrafadas de Adrián acerca de su vocación religiosa. Aunque a veces a él mismo le parece raro -y a su amigo Raúl una pérdida de tiempo-, Adrián sigue yendo a misa los domingos e, incluso, se confiesa de vez en cuando. Fue precisamente después de confesarse con un fraile cuando Adrián empezó a plantearse en serio la posibilidad de entrar en una Orden religiosa. Algo que, hasta entonces, le había parecido una locura. Al menos para él. Un fraile, un cura, es para Adrián poco menos que un héroe, un superhombre. Si hace un año le hubieran dicho que iba a estar planteándose serlo él, se hubiera partido de la risa.
Después de leer el folleto -muy bonito, muy azul, mucha montaña-, escribió una carta a la dirección y el nombre que aparecía en el reverso. Pero nunca tuvo tiempo para meterla en un sobre y ponerle un sello. Así que hace poco la tiró a la basura, con el firme propósito de escribir una nueva. Pero ahora no encuentra el momento.
Con Raúl habla mucho de esto, como de tantas otras cosas. Raúl trata de sacarle de la cabeza una locura semejante y, en el fondo, piensa que es sólo una fiebre pasajera que se le pasará más pronto que tarde. Sobre todo si Ana, en vista del bloqueo mental de Adrián, se decide a tomar la iniciativa, aunque ello le suponga a Raúl quedarse sin compañía para ir al baloncesto. Pero mejor eso a que este muchacho siga alimentando la descabellada idea de meterse en un convento.
A Raúl, Adrián no puede negarle que ese deseo de ser fraile puede estar sostenido por sus ganas de escapar. Para Raúl éste es el único motivo por el que Adrián se plantea su vocación religiosa. Aunque las cosas en casa no van mal, lo cierto es que a Adrián comienza a quedársele pequeña. Los estudios no van bien y lo de Ana parece que nunca saldrá adelante, de manera que Adrián parece simplemente querer huir, lanzarse por un camino nuevo, aventurarse en algo para Raúl disparatado. Y cuando Adrián se pone a hablar de la llamada de Dios, entonces Raúl ya alucina y corta el tema.
Pero Adrián siempre escuchó la voz de Dios. No, no es ningún iluminado ni se le ha aparecido jamás la Virgen. Pero Dios ha sido para él siempre como un Padre y, en ocasiones, su único interlocutor. Se recuerda, desde niño, presentándole sus penas y sus alegrías, creyendo firmemente eso que, le parece, dijo Machado: "Quien habla solo es que espera hablar con Dios un día" ¿no era así? Al menos así lo ha vivido él y así se ve, camino del colegio, pensando a veces en voz alta en su vida y en sus cosas, creyendo firmemente que hay un Dios que las escucha.
A Adrián le seduce el Evangelio. Lo lee una y otra vez, empezando por san Mateo y terminando por san Juan. Las Bienaventuranzas y el Jesús que se pasea por la playa con Pedro pidiéndole que apaciente sus ovejas, mientras Juan les sigue a distancia, son sus pasajes preferidos. Él se identifica más con Juan que con Pedro, quizás por eso del discípulo amado. Y es que parece que Adrián necesita y quiere ser amado. "¡Claro!" -dice Raúl, ya enfadado- "y como la rubia Anita no te acaba de querer, porque eres un g.... y no te atreves a decirle nada, entonces te metes en un convento para que te quiera Dios, no te j...".
Pero las cosas no son tan fáciles. A lo mejor tiene Raúl algo de razón, pero puede que ese Amor exista y a él esté Adrián verdaderamente llamado. Y, a lo mejor, por eso no sale lo de Ana, porque él está llamado a otra cosa, no mejor, no más hermosa, simplemente aquella para la que él ha nacido.
También la segunda carta acaba rota, pero, como a la tercera siempre va a la vencida, Adrián compra a la vez papel, sobre y sello, escribe de nuevo y, esta vez sí, envía la carta.
En la convivencia se siente bien. Acogido por gente normal que le ofrece lo que él tantas veces ha buscado: una familia, no la que le ha venido, a la que quiere y aprecia, sino la que él mismo ha creado. Pero de una forma nueva y extraña, nunca pensada. Entre aquellos frailes, sus risas y sus bromas, siente que puede construirla. Y además están los rezos, la oración, en la que puede dialogar con el Dios con el que siempre ha hablado.
Aún queda el miedo. Le parece más prudente acabar su carrera, ir allí con algo, no sea que luego las cosas le salgan mal. Un impulso irracional, como cuando se tiraba del trampolín, que si lo piensa dos veces nunca se lanza, le invita a saltar, a dejarlo todo atrás y empezar esta aventura. Mira a un crucifijo con el estómago y el corazón en un puño: "si me hablara y me dijera que tengo que ser fraile..." Pero no habla. Y Adrián sabe que es mejor así. Mucho mejor. No hace falta ningún prodigio, porque la vida es mucho más fácil que todo eso: ha encontrado lo que buscaba y no va a dejarlo escapar. Se dice que sí, que ese año entrará como... ¿le han dicho postulante?. Piensa en cómo se pondrá Raúl y no quiere ni pensar lo que le dirán sus padres ¿Y Ana? ¿Qué dirá Ana cuando se entere? "Bueno, eso mejor no lo pienso..."

viernes, 21 de agosto de 2009

SIN FRONTERAS...

Este video está dando la vuelta al mundo.
La música, como el amor,
no sabe de fronteras.
Buena semana....

martes, 12 de mayo de 2009

UNA INTERESANTE PAGINA VOCACIONAL

Sugerimos a los lectores del blog
una interesantisima página vocacional
que realizan las Dominicas

http://www.mivocacion.com


Interesante, fresca, muy actual.
Un lujo.
¡Que la disfrutéis!

jueves, 16 de abril de 2009

XVI JORNADA MUNDIAL DE ORACION POR LAS VOCACIONES

MENSAJE DEL PAPA


PARA LA XVI JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES.
3 DE MAYO DE 2009 – IV DOMINGO DE PASCUA





Tema: « La confianza en la iniciativa de Dios y la respuesta humana»

Venerados Hermanos en el Episcopado y en el Sacerdocio,Queridos hermanos y hermanas
Con ocasión de la próxima Jornada Mundial de oración por las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, que se celebrará el 3 de mayo de 2009, Cuarto Domingo de Pascua, me es grato invitar a todo el pueblo de Dios a reflexionar sobre el tema: La confianza en la iniciativa de Dios y la respuesta humana. Resuena constantemente en la Iglesia la exhortación de Jesús a sus discípulos: «Rogad al dueño de la mies, que envíe obreros a su mies» (Mt 9, 38). ¡Rogad! La apremiante invitación del Señor subraya cómo la oración por las vocaciones ha de ser ininterrumpida y confiada. De hecho, la comunidad cristiana, sólo si efectivamente está animada por la oración, puede «tener mayor fe y esperanza en la iniciativa divina» (Exhort. ap. postsinodal Sacramentum caritatis, 26).
La vocación al sacerdocio y a la vida consagrada constituye un especial don divino, que se sitúa en el amplio proyecto de amor y de salvación que Dios tiene para cada hombre y la humanidad entera. El apóstol Pablo, al que recordamos especialmente durante este Año Paulino en el segundo milenio de su nacimiento, escribiendo a los efesios afirma: «Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, nos ha bendecido en la persona de Cristo, con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante Él por el amor» (Ef 1, 3-4). En la llamada universal a la santidad destaca la peculiar iniciativa de Dios, escogiendo a algunos para que sigan más de cerca a su Hijo Jesucristo, y sean sus ministros y testigos privilegiados. El divino Maestro llamó personalmente a los Apóstoles «para que lo acompañaran y para enviarlos a predicar, con poder para expulsar demonios» (Mc 3,14-15); ellos, a su vez, se asociaron con otros discípulos, fieles colaboradores en el ministerio misionero. Y así, respondiendo a la llamada del Señor y dóciles a la acción del Espíritu Santo, una multitud innumerable de presbíteros y de personas consagradas, a lo largo de los siglos, se ha entregado completamente en la Iglesia al servicio del Evangelio. Damos gracias al Señor porque también hoy sigue llamando a obreros para su viña. Aunque es verdad que en algunas regiones de la tierra se registra una escasez preocupante de presbíteros, y que dificultades y obstáculos acompañan el camino de la Iglesia, nos sostiene la certeza inquebrantable de que el Señor, que libremente escoge e invita a su seguimiento a personas de todas las culturas y de todas las edades, según los designios inescrutables de su amor misericordioso, la guía firmemente por los senderos del tiempo hacia el cumplimiento definitivo del Reino.
Nuestro primer deber ha de ser por tanto mantener viva, con oración incesante, esa invocación de la iniciativa divina en las familias y en las parroquias, en los movimientos y en las asociaciones entregadas al apostolado, en las comunidades religiosas y en todas las estructuras de la vida diocesana. Tenemos que rezar para que en todo el pueblo cristiano crezca la confianza en Dios, convencido de que el «dueño de la mies» no deja de pedir a algunos que entreguen libremente su existencia para colaborar más estrechamente con Él en la obra de la salvación. Y por parte de cuantos están llamados, se requiere escucha atenta y prudente discernimiento, adhesión generosa y dócil al designio divino, profundización seria en lo que es propio de la vocación sacerdotal y religiosa para corresponder a ella de manera responsable y convencida. El Catecismo de la Iglesia Católica recuerda oportunamente que la iniciativa libre de Dios requiere la respuesta libre del hombre. Una respuesta positiva que presupone siempre la aceptación y la participación en el proyecto que Dios tiene sobre cada uno; una respuesta que acoja la iniciativa amorosa del Señor y llegue a ser para todo el que es llamado una exigencia moral vinculante, una ofrenda agradecida a Dios y una total cooperación en el plan que Él persigue en la historia (cf. n. 2062).
Contemplando el misterio eucarístico, que expresa de manera sublime el don que libremente ha hecho el Padre en la Persona del Hijo Unigénito para la salvación de los hombres, y la plena y dócil disponibilidad de Cristo hasta beber plenamente el «cáliz» de la voluntad de Dios (cf. Mt 26, 39), comprendemos mejor cómo «la confianza en la iniciativa de Dios» modela y da valor a la «respuesta humana». En la Eucaristía, don perfecto que realiza el proyecto de amor para la redención del mundo, Jesús se inmola libremente para la salvación de la humanidad. «La Iglesia –escribió mi amado predecesor Juan Pablo II– ha recibido la Eucaristía de Cristo, su Señor, no sólo como un don entre otros muchos, aunque sea muy valioso, sino como el don por excelencia, porque es don de sí mismo, de su persona en su santa humanidad y, además, de su obra de salvación» (Enc. Ecclesia de Eucharistia, 11).
Los presbíteros, que precisamente en Cristo eucarístico pueden contemplar el modelo eximio de un «diálogo vocacional» entre la libre iniciativa del Padre y la respuesta confiada de Cristo, están destinados a perpetuar ese misterio salvífico a lo largo de los siglos, hasta el retorno glorioso del Señor. En la celebración eucarística es el mismo Cristo el que actúa en quienes Él ha escogido como ministros suyos; los sostiene para que su respuesta se desarrolle en una dimensión de confianza y de gratitud que despeje todos los temores, incluso cuando aparece más fuerte la experiencia de la propia flaqueza (cf. Rm 8, 26-30), o se hace más duro el contexto de incomprensión o incluso de persecución (cf. Rm 8, 35-39).
El convencimiento de estar salvados por el amor de Cristo, que cada Santa Misa alimenta a los creyentes y especialmente a los sacerdotes, no puede dejar de suscitar en ellos un confiado abandono en Cristo que ha dado la vida por nosotros. Por tanto, creer en el Señor y aceptar su don, comporta fiarse de Él con agradecimiento adhiriéndose a su proyecto salvífico. Si esto sucede, «la persona llamada» lo abandona todo gustosamente y acude a la escuela del divino Maestro; comienza entonces un fecundo diálogo entre Dios y el hombre, un misterioso encuentro entre el amor del Señor que llama y la libertad del hombre que le responde en el amor, sintiendo resonar en su alma las palabras de Jesús: «No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure» (Jn 15, 16).
Ese engarce de amor entre la iniciativa divina y la respuesta humana se presenta también, de manera admirable, en la vocación a la vida consagrada. El Concilio Vaticano II recuerda: «Los consejos evangélicos de castidad consagrada a Dios, pobreza y obediencia tienen su fundamento en las palabras y el ejemplo del Señor. Recomendados por los Apóstoles, por los Padres de la Iglesia, los doctores y pastores, son un don de Dios, que la Iglesia recibió de su Señor y que con su gracia conserva siempre» (Lumen gentium, 43). Una vez más, Jesús es el modelo ejemplar de adhesión total y confiada a la voluntad del Padre, al que toda persona consagrada ha de mirar. Atraídos por Él, desde los primeros siglos del cristianismo, muchos hombres y mujeres han abandonado familia, posesiones, riquezas materiales y todo lo que es humanamente deseable, para seguir generosamente a Cristo y vivir sin ataduras su Evangelio, que se ha convertido para ellos en escuela de santidad radical. Todavía hoy muchos avanzan por ese mismo camino exigente de perfección evangélica, y realizan su vocación con la profesión de los consejos evangélicos. El testimonio de esos hermanos y hermanas nuestros, tanto en monasterios de vida contemplativa como en los institutos y congregaciones de vida apostólica, le recuerda al pueblo de Dios «el misterio del Reino de Dios que ya actúa en la historia, pero que espera su plena realización en el cielo» (Juan Pablo II, Exhort. ap. postsinodal Vita consecrata, 1).
¿Quién puede considerarse digno de acceder al ministerio sacerdotal? ¿Quién puede abrazar la vida consagrada contando sólo con sus fuerzas humanas? Una vez más conviene recordar que la respuesta del hombre a la llamada divina, cuando se tiene conciencia de que es Dios quien toma la iniciativa y a Él le corresponde llevar a término su proyecto de salvación, nunca se parece al cálculo miedoso del siervo perezoso que por temor esconde el talento recibido en la tierra (cf. Mt 25, 14-30), sino que se manifiesta en una rápida adhesión a la invitación del Señor, como hizo Pedro, que no dudó en echar nuevamente las redes pese a haber estado toda la noche faenando sin pescar nada, confiando en su palabra (cf. Lc 5, 5). Sin abdicar en ningún momento de la responsabi-lidad personal, la respuesta libre del hombre a Dios se transforma así en «corresponsabilidad», en responsabilidad en y con Cristo, en virtud de la acción de su Espíritu Santo; se convierte en comunión con quien nos hace capaces de dar fruto abundante (cf. Jn 15, 5).
Emblemática respuesta humana, llena de confianza en la iniciativa de Dios, es el «Amén» generoso y total de la Virgen de Nazaret, pronunciado con humilde y decidida adhesión a los designios del Altísimo, que le fueron comunicados por un mensajero celestial (cf. Lc 1, 38). Su «sí» inmediato le permitió convertirse en la Madre de Dios, la Madre de nuestro Salvador. María, después de aquel primer «fiat», que tantas otras veces tuvo que repetir, hasta el momento culminante de la crucifixión de Jesús, cuando «estaba junto a la cruz», como señala el evangelista Juan, siendo copartícipe del dolor atroz de su Hijo inocente. Y precisamente desde la cruz, Jesús moribundo nos la dio como Madre y a Ella fuimos confiados como hijos (cf. Jn 19, 26-27), Madre especialmente de los sacerdotes y de las personas consagradas. Quisiera encomendar a Ella a cuantos descubren la llamada de Dios para encaminarse por la senda del sacerdocio ministerial o de la vida consagrada.
Queridos amigos, no os desaniméis ante las dificultades y las dudas; confiad en Dios y seguid fielmente a Jesús y seréis los testigos de la alegría que brota de la unión íntima con Él. A imitación de la Virgen María, a la que llaman dichosa todas las generaciones porque ha creído (cf. Lc 1, 48), esforzaos con toda energía espiritual en llevar a cabo el proyecto salvífico del Padre celestial, cultivando en vuestro corazón, como Ella, la capacidad de asombro y de adoración a quien tiene el poder de hacer «grandes cosas» porque su Nombre es santo (Cf. Lc 1, 49).



Vaticano, 20 de enero de 2009


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El privilegio de dar...

Una canción interesante
para trabajar con los jóvenes...
¡Un abrazo fraterno y Pascual !

miércoles, 15 de abril de 2009

Pablo, el apasionado...

TESTIMONIO VOCACIONAL
Pablo, el apasionado
Luis Jiménez (Antena Misionera)

Pablo creció en Tarso, una ciudad de cultura griega, donde se daban cita las más diversas religiones. Fue educado en la filosofía griega y en la retórica. Conocía el griego, el hebreo y el latín. Ya de joven fue a Jerusalén para ser discípulo de Gamaliel y llegó a ser un celoso defensor de la Ley. Desde un punto de vista psicológico, se podría decir que Pablo tenía una estructura rígida. Necesitaba normas claras en las que pudiera sustentarse. Para él, que había crecido en una sociedad multicultural, estos principios firmes eran probablemente importantes para no hundirse en el relativismo. Pero entonces tropieza Pablo con el nuevo camino que propagaban los cristianos, sobre todo Esteban, que predicaba la libertad de la Ley. Estaba fascinado por la libertad que en Jesús había experimentado. Pablo persigue esta orientación hasta el derramamiento de sangre. Evidentemente, algo de esta enseñanza había tocado su corazón. De lo contrario no hubiera perseguido a la Iglesia primitiva con tanta vehemencia. Tiene lugar, sin embargo, el acontecimiento que transformaría completamente su vida.
Lucas narra la historia de la conversión de Pablo por tres veces. En estos términos describe el momento en que Saulo se vio envuelto ante Damasco en una luz resplandeciente: «Cayó a tierra y oyó una voz que decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» (Hech 9,4). Cuando Saulo pregunta quién es aquel que le habla, le responde Jesús: «Yo soy Jesús, a quien tú persigues» (Hech 9,5). Cuando Saulo se levanta y abre los ojos, «no veía nada» (Hech 9,8). Se había quedado ciego. Todo su plan de vida se vino abajo. Él cayó a tierra y se eclipsó su imagen de Dios, de sí mismo y de su vida entera y lo que antes había perseguido, ahora lo predica con pasión. Pasa a ser el apóstol de la libertad. El misterio de Dios se le ha desvelado en Jesucristo, que nos abre los ojos a la auténtica realidad.
Pero Pablo sigue siendo el de antes, incluso después de su conversión. Su temperamento apasionado, su parte respondona y agresiva, su estructura inflexible, marcan también al convertido. Sin embargo procede ahora de otra manera con su apasionamiento. No lo utiliza ya para destrozar la vida, sino para hacerla más agradable. Como antes había combatido apasionadamente contra los cristianos, ahora lo hace contra todos los que tergiversan el Evangelio
El descubrimiento de la libertad
Lo que Pablo percibió en el encuentro con Jesús fue que, gracias a Jesús, estamos ya justificados y que, consiguientemente, no tenemos que justificarnos con el cumplimiento de las normas. La cruz de Jesús fue para Pablo la contraindicación de sus normas religiosas y de su camino espiritual, según el cual él tenía que ganar el amor de Dios a base del cumplimiento escrupuloso de los mandamientos. En la cruz percibió la libertad que Jesús le había traído, la libertad de todos los esfuerzos convulsivos por una vida recta, la libertad de todo anhelo de reconocimiento y amor. La cruz es la experiencia de un amor incondicional. Dios nos acepta tal y como somos. Esto es lo que Pablo percibió en la cruz de Jesús. De ahí que luchara tan apasionadamente por esta idea. Ella había cambiado su vida. Le había liberado de su empecinamiento, de su miedo a no ser lo suficientemente bueno.
Y Pablo se pone en camino. Se calcula que hizo unos 16.000 kilómetros a pie y en barco, fue arrestado en bastantes ocasiones o fue expulsado. Los viajes fueron incontables; con peligros de todo tipo (ver 2Cor 11,23-26).
Pablo es el típico misionero que, impulsado por una gran conciencia de misión, recorre todo el mundo entonces conocido y se expone a los más variados peligros. Misioneros son los que se sienten enviados y despliegan una gran fuerza de persuasión para convencer a los demás del mensaje que transmiten. Déjate llevar de esta fuerza que impregne toda tu vida. No repares en dificultades ante el cumplimiento de tu misión. No estás aquí solamente para sentirte a gusto y para examinar una y otra vez tus propios sentimientos, observando si van de acuerdo contigo mismo.
La misión desde la debilidad
El arquetipo del misionero nos quiere mostrar esto: tú tienes con tu vida una misión. No has de avasallar a los demás con un mensaje. Tu misión no consiste sólo en emitir palabras con las que puedas convencer a los demás. Si vives tu misión, tu vida será fecunda. Te sentirás vivo, porque de ti brota la vida y la vida merece la pena vivirla sólo cuando fluye, cuando se comunica y se contagia.
Pablo llevó a cabo su misión con su propia persona, con todos los rasgos tan poco atractivos físicamente, pues era bajito y enfermizo y se mostró tal como era, con su enfermedad y con sus defectos físicos, pero Pabló transformó sus debilidades corporales en fuerza espiritual. Irradiaba tal fuerza y pasión que difícilmente podía uno sustraerse a ellas.
Esto es lo que significa realmente ser cristiano y misionero. No la realización de un ideal cualquiera, sino la aceptación, con todo lo que soy y con todo lo que Dios me ha dado. Cuando yo llego al límite, Dios me tiende su mano. Él es la fuente. No he de concebir a Dios de manera raquítica y tampoco he de subestimarme a mí mismo. Conozco mis debilidades y limitaciones.
Desde el amor que nos hace libres
Pablo nos ofrece una posibilidad de identificación que no corresponde al ideal actual de muchos. No se trata de estar físicamente sano y vigoroso. Hoy se cultiva exageradamente el culto al cuerpo. Piensa que un hombre aparentemente endeble desplegó más energía que muchos sanos y robustos.
Pablo luchó por la libertad que Cristo nos trajo. Amó a su comunidad y amó a Cristo, no era un hombre a medias, sino que, siendo como era, luchó por los hombres y porque los amaba, porque quería anunciarles el mensaje que lleva a la verdadera vida y a la verdadera libertad, se entregó a ellos con toda su pasión. Por eso es un prototipo, un paradigma de la misión que todos estamos llamados a realizar para construir un mundo mejor.

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